¿Cuál es la misión del ajedrez en la escuela?
Por Uvencio Blanco, 2005
En una intervención en la reunión del Comité de Ajedrez en las Escuelas del 64º Congreso FIDE celebrado en Curitiba
(Brasil, 1993), ratificamos nuestra posición relativa a los aspectos pedagógicos del ajedrez, sus virtudes y valores que justificaban
plenamente su incorporación a los diferentes medios escolarizados; incluyendo al preescolar. Años después y por la relevancia
que ha tomado el tema en los distintos continentes, fue que en ¿Por qué el ajedrez en las escuelas? (Blanco, U. 1998), afirmamos que “el papel
educativo del ajedrez radica en que forma a los alumnos en un marco de reglas y significados, disciplinando el pensamiento,
contribuyendo al desarrollo del carácter y la acción virtuosa”. Allí también enfatizamos
que “el ajedrez, en tanto disciplina generadora de valores y actitudes, de dilatada trayectoria
histórica y distribución universal, debe ser considerado un derecho cultural y por tanto, patrimonio de la humanidad”. Con el tiempo, estas afirmaciones se ido consolidando porque básicamente la educación del ajedrez es:
1º Una herramienta pedagógica identificada con el principio de “aprender a aprender”.
El
principio de “aprender a aprender” es una autonomía que se manifiesta mediante un aprendizaje más cualitativo;
allí el individuo pueda apoderarse de las estructuras y de los procesos necesarios para su crecimiento; en un contexto en
el cual se manifieste "la emoción y el deseo de conocer".
2º Una alternativa para el desarrollo de habilidades, procesos y operaciones del pensamiento
El principio de “aprender a pensar” está relacionado con todas aquellas habilidades y estrategias utilizadas
por el individuo para, conscientemente, identificar, organizar y transformar la información recibida.
3º Un juego que estimula el
reconocimiento y la apropiación de valores
El ajedrez, por su naturaleza lúdica basada en reglas, normas y principios estrictos, tiene mucho qué aportar
a la escuela en tanto elemento que contribuye a la generación de valores fundamentales tales como: estudio, verdad, disciplina
y dignidad, entre otros.
En este sentido, el ajedrez escolar es una vía mediante la cual los hábitos y patrones virtuosos del carácter faciliten
la inserción del educando en la esfera pública de la vida adulta, muy particularmente en la integración al mundo laboral.
Una oportunidad para el desarrollo del carácter, entendido el carácter como “un conjunto de valores de acción
moral”.
(1) Tomado de ¿Por qué el ajedrez en las escuelas?, (Blanco, U. 1998). 1ra Edic. Instituto Municipal de Publicaciones;
Alcaldía de Caracas – Caracas, DF
¿Por qué enseñar ajedrez en la escuela básica?
Por Uvencio Blanco, 2005
Una de las grandes preocupaciones de docentes, dirigentes, entrenadores y jugadores de ajedrez
ha sido –durante dedadas- la relacionada con la posible incorporación del ajedrez como asignatura dentro del pensum
de estudios de la escuela elemental. En distintos países del mundo como Argentina, Brasil, Cuba, España, Estados Unidos y
Venezuela, este sueño colectivo ha comenzado a convertirse en realidad. Sin embargo, a cada momento nos asalta un interrogante:
¿Por qué enseñar ajedrez en nuestras escuelas?; cuales son nuestras motivaciones?. ¿Qué respaldo o evidencia científica nos
apoya en esta propuesta? Tal y como señaláramos en la obra “Sistema Instruccional de Ajedrez” (1) el
ajedrez, en sus diversas vertientes, tiene un marcado carácter formativo sobre la personalidad de los individuos, en particular
en niños y niñas de edad escolar. Igualmente por la inmensa cantidad de problemas interesantes que puedan ser resueltos
con la aplicación de principios elementales como lo son los modelos de mate, por la estética presentada en la demostración
de estudios, por las innumerables aplicaciones en situaciones de la vida diaria y por el desarrollo de pensamiento creativo
en momentos de incertidumbre, el ajedrez contribuye decisivamente a la modelación de conductas positivas en el ciudadano de
hoy. Sintetizando, el ajedrez debe ser incorporado al currículo de la escuela básica o elemental porque el ajedrez:
1º.
Tiene una base matemática.
La matemática
es el lenguaje del método y el pensamiento ordenado; es el instrumento y lenguaje de la ciencia. El ajedrecista comienza
a matematizar situaciones desde el mismo momento en que enfrenta la necesidad de revisar y analizar variables, a estudiar
todas las respuestas posibles ante un movimiento dado o trabajar con las contestaciones más probables de parte del adversario. Por
ejemplo, la geometría presente en la naturaleza misma del tablero de ajedrez, permite el desarrollo de una intuición especial
y la representación de las relaciones entre las figuras del juego y el propio espacio del tablero. Además es importante
destacar, la gradual introducción de la idea de demostración presentando al estudiante posiciones para que explore relaciones,
regularidades o patrones e intente justificarlas intentando extraer de ellas generalizaciones válidas para otras posiciones
similares.
2º
Estimula el desarrollo de habilidades cognitivas.
Suficiente evidencia
de laboratorio y de campo nos señala que entre las mas importantes están: los pensamientos lógico - matemático, critico y
creativo, memoria, atención y autoestima; capacidades fundamentales para la evolución ulterior del individuo.
3º Desarrolla el sentido ético.
Al ser
el ajedrez un juego de reglas, al establecer valores, criterios y normas generales para el desarrollo técnico de la
partida, la conducta y actitud del jugador, esta actividad establece una ética de carácter universal. Por ello, en la edad
escolar comprendida entre los 9 y 12 años, cuando en el joven comienza a consolidarse la moral autónoma, el ajedrez da una
pauta en el momento propicio para la adquisición de valores morales y el desarrollo del sentido de la justicia.
4º
Estimula el desarrollo de la creatividad.
Principalmente
a partir de la resolución de problemas, demostraciones de estudio, análisis de posiciones y elaboración de planes de juego.
Las dificultades presentadas en los más diversas posiciones permiten la aplicación de principios generales, cuya solución
no es necesariamente única y que puede ser abordado de múltiples maneras.
5º
Permite el establecimiento de transferencias.
Debido a su
fuerte base matemática y la necesidad permanente de tomar decisiones ante situaciones problémicas dadas sobre el tablero,
el ajedrez permite aplicaciones en los más diversos campos del conocimiento humano (psicología, informática, computación,
etc.). Así mismo en la aptitud para la solución de problemas de la vida cotidiana, tan sencillo como el cálculo de costo de
materiales, la escogencia de la vía correcta en una encrucijada de varias alternativas, el análisis de un texto literario,
la síntesis de una exposición de clase, etc.
6º Es incluido por el placer que nos puede proporcionar.
El sentido estético,
la belleza de las formas de las figuras, su disposición sobre el tablero, la confluencia o relación entre ellas, la sucesión
de los movimientos, las transformaciones de valor y el acecho y la amenaza, producto de las múltiples relaciones establecidas,
proporcionan placer al ejecutante y al estudioso, incluso, siglos después de haberse efectuado la partida. Por otro lado,
el espíritu lúdico manifestado a través del disfrute del ajedrez en tanto elemento recreativo, justifica por sí sólo su presencia
en el ambiente escolar.
7º Introduce al niño en el estudio de aspectos históricos.
La evolución
del juego, desde su remoto origen hasta nuestros días; la historia de los campeonatos mundiales, los matches de candidatos,
los torneos y eventos más importantes del ajedrez, la creación de la FIDE y su importancia en tanto ente rector del ajedrez
mundial, la evolución de una variante particular; las anécdotas y biografía de los pioneros y protagonistas del ajedrez, le
permiten al joven estudiante enriquecer su cultura con elementos provenientes de la historia de la civilización.
8º Desarrolla el pensamiento y el espíritu crítico.
Al estudiar,
por ejemplo, una serie de variantes derivadas de una apertura particular, valorando sus puntos fuertes y débiles, tomando
decisiones que se corresponden más con su carácter o que pueda molestar o causar el mayor número de dificultad a su adversario,
en el establecimiento de juicios de valor sobre situaciones concretas, juicios que podrá argumentar posteriormente a la luz
de la prueba y demostración práctica ante el tablero.
9º Puede ser aplicado como deporte complementario o alternativo.
Para aquellos
que piensan que la Educación Física no solamente es actividad física; hay otros aspectos no físicos importantes en esta disciplina:
autocontrol, sociabilidad, autoestima, expresión, creatividad, relajación, etc. El ajedrez es un deporte en el cual los
participantes parten de las mismas condiciones físicas; no importa la agilidad, altura, la fuerza, etc. Es una alternativa
real al deporte y los juegos tradicionales en nuestras escuelas (basket, voleybol, fútbol, etc). Por otro lado, está el
problema de las instalaciones deportivas. El urbanismo atenta contra la creación de espacios abiertos como estadios, canchas
y pistas. En este sentido, el ajedrez siendo un juego de mesa, que se practica bajo techo y con pocas exigencias de espacio
y materiales, sirve para el desarrollo de deporte alternativo. Igualmente, estando en ambientes cerrados y bajo techo se puede
utilizar para paliar los problemas causados por la inclemencia del tiempo.
10º No es una actividad sexista.
En su práctica
no se evidencian diferencias entre hembras y varones; cada uno, tiene su espacio y oportunidades al igual que los bandos blanco
y negro. Aunque carecemos de estadísticas al respecto, no menos del 40 % de los ajedrecistas prácticos pertenecen al sexo
femenino. Adicionalmente podemos señalar que las niñas con edades comprendidas entre los 8 y 12 años, parecen aprender los
rudimentos del ajedrez a mayor velocidad que los varones de su la misma edad. No puede ser sexista una actividad en la
que la mujer tiene una presencia importante, en torneos masculinos, desde hace más de 70 años con la primera campeona mundial
femenina, la rusa Vera Menchik. Inclusive, llegando al caso extraordinario de la GMI Judith Polgar (Hungría), quien
ha estado ubicada durante los últimos años entre los 25 mejores ajedrecistas del planeta. No solo eso, sino que obtiene el
mayor logro deportivo de una mujer ajedrecista al ganar un match a ocho partidas al ¡campeón mundial!, el GMI Anatoly Kárpov
(Match Kárpov: 3 - Polgar: 5, Budapest - Hungría; Junio 1998). (2)
(1) Sistema
Instruccional de Ajedrez (Blanco, U. 1996). Publicaciones del Congreso de la Republica. Caracas, Venezuela (2) Tomado
de ¿Por qué el ajedrez en las escuelas?, (Blanco, U. 1998). 1ra Edic. Instituto Municipal de Publicaciones; Alcaldía
de Caracas – Caracas, DF
Conclusiones relativas a la investigación educativa en el campo del ajedrez
Por Uvencio Blanco, 2005
Recuerdo que
en marco del 62º Congreso de la FIDE desarrollado en Junio de 1992, en la ciudad de Manila en Filipinas, conversando con Nicola
Palladino, presidente-fundador del Comité del Ajedrez para las Escuelas FIDE, coincidimos que la investigación educativa y
los aportes de otras ramas del saber, terminarían comprobando lo que tanto tiempo hemos afirmado respecto al ajedrez: que
esta disciplina milenaria es una herramienta pedagógica muy útil en el desarrollo de habilidades del pensamiento en los niños
y niñas de primeras edades.
A partir de
esa fecha, hemos verificado que una gran variedad de investigaciones puntualizan el aporte del ajedrez como un vehículo idóneo
para la enseñanza de habilidades y procesos del pensamiento.
El ajedrez ha
probado que estimula la creatividad, la concentración, el pensamiento crítico, la memoria, el éxito académico, la resolución
de problemas, el enriquecimiento cultural, la madurez intelectual y la autoestima, entre otros aspectos de la personalidad.
¿Pero, por qué
el ajedrez tiene este impacto?. La respuesta parece estar explicada a partir de siete factores fundamentales:
1º
el ajedrez se adapta a todas las modalidades académicas (matemáticas, lengua materna, etc);
2º
el ajedrez aporta con mucho, una gran cantidad de problemas prácticos por resolver (problemas del medio juego, finales, mates,
estudios, composiciones, etc);
3º
el ajedrez nos suple de una variedad y calidad de problemas. Langen (1992) estableció: “..los problemas que aparecen
en las 70-90 posiciones de una partida de ajedrez promedio son más o menos nuevos. El contexto es familiar, los temas se repiten,
pero las posiciones del juego nunca. Estos hace del ajedrez una buena herramienta para el aprendizaje relacionado con la resolución
de problemas”;
4º
el ajedrez ofrece castigo inmediato y recompensas por problemas resueltos (ganancia o pérdida de la partida, de bonos en el
rating, trofeos, medallas, metálico, etc);
5º
el ajedrez crea un patrón o sistema de pensamiento que, cuando es usado adecuadamente (racional y/o intuitivamente), brinda
éxitos. Los ajedrecistas están acostumbrados a buscar y verificar alternativas diferentes, obteniendo en muchos casos altos
niveles de resultados por su flexibilidad y originalidad de pensamiento;
6º
los torneos de ajedrez generan interés y promueven un estado de alerta mental; estimulan la competitividad y permiten que
el jugador exponga sus recientes adquisiciones y destrezas;
7º
un aprendizaje ambiental organizado alrededor de juegos tiene un efecto positivo sobre las actitudes de los estudiantes respecto
al mismo aprendizaje.
Debemos resaltar
que el ajedrez es un factor motivador para comenzar a resolver problemas y composiciones; mejorar el medio juego y los finales,
buscar líneas de juego que sean incómodas, difíciles y sorpresivas para el adversario. Los jóvenes ajedrecistas gastan horas
quietos inmersos en procesos lógico y creativos. Este hábito, el de pensar reflexivamente, es susceptible de ser transferido
a la realización de tareas de otras asignaturas como la matemática, la lengua materna, las ciencias físicas, etc y, por extensión,
a los distintos dominios de la vida cotidiana.
Debido a este
y otros aspectos, el ajedrez merece crédito porque enseña a los niños y jóvenes a que la solución a los problemas (personales,
académicos y profesionales), proviene del saber observar, analizar e interpretar adecuadamente la realidad que se presenta.
Basados en los
estudios antes expuestos consideramos que es imperativo diseminar los efectos de estos estudios e implementar el ajedrez en
el currículum de las escuelas. Sugerimos la inclusión del ajedrez en las escuelas (secundarias, politécnicos, institutos de
formación docente y universidades), con el objeto de estimular las habilidades y procesos cognitivos y emocionales, ofrecer
una alternativa deportivo/recreacional y, en fin, formar buenos ciudadanos.
Seguramente
Ud. coincidirá con nosotros respecto a que, con las herramientas que a través de estas líneas les hemos puesto a su disposición,
los distintos gobiernos están llamados para promover y apoyar el desarrollo del ajedrez como disciplina integradora en el
curriculum de las escuelas de los diferentes países del mundo.
(1) Tomado de
¿Por qué el ajedrez en las escuelas?, (Blanco, U. 2004). 2da Edic. Publicaciones Instituto Nacional de Deportes. Caracas,
D.C. Venezuela
Luchemos por la causa del ajedrez en las escuelas
Por Uvencio Blanco, 2005
Tal y como hemos afirmado en otras oportunidades, el ajedrez en (o
para) las escuelas es un movimiento, una gesta, causa de tipo social. En ella son muchos y variados los actores que intervienen
en el proceso de promoción y difusión de la misma; nos referimos –en primer lugar- a los ajedrecistas propiamente dichos,
aquellos que sienten que el ajedrez es parte integrante y necesaria de sus vidas; a los dirigentes de este milenario deporte,
estimulados por la dinámica social que presiona a favor de juegos y actividades “inteligentes” que contribuyan
con un mejor desarrollo cognitivo y emocional de los niños y niñas de nuestra sociedad; a los docentes y –por extensión-
a los padres, representantes y responsables de estos niños, niñas y jóvenes en proceso de formación; todos ellos publicistas
convencidos de las “virtudes” del ajedrez cuando se imparte sistemáticamente en los diferentes ambientes escolarizados.
Sin embargo, mas recientemente –como
ahora esta ocurriendo en Venezuela y otros países de Ibero América- el Ejecutivo, el Ministerio de Educación y Deportes y
las asociaciones profesionales –conjuntamente con la Federación Venezolana de Ajedrez- están llevando a cabo distintas
actividades con el objeto de divulgar los valores, actitudes y hábitos que –positivamente- puede desarrollar el ajedrez
en nuestras escuelas.
Adicionalmente, debemos reconocer que con el explosivo desarrollo de los medios de comunicación,
la concepción moderna de democracia participativa y por el conocimiento y difusión de los derechos humanos, hoy existe la
posibilidad de que los ciudadanos logremos influir en la dirección y el futuro de nuestra sociedad; esto es importante a la
hora de exponer nuestros ideales y luchar por nuestras causas.
Los ajedrecistas estamos conscientes que la visión del
ajedrez en las escuelas nos ha llevado ante una encrucijada histórica cuyas dimensiones son espectaculares: miles, cientos
de miles, millones de niños y jóvenes alrededor del mundo cultivando el ajedrez, organizando positivamente su tiempo libre,
desarrollando sus cocientes intelectuales y emocionales compartiendo las virtudes de este milenario juego. (1)
Sabemos
que el concepto visión “ .. refleja el entendimiento o interpretación de hacía dónde queremos ir, cuáles son los
esfuerzos que debe realizar una organización para alcanzar las metas de una nueva cultura con base en la excelencia”.
(2)
En esta misma dirección Kawasaki (1994), afirma que ” .. una visión es una intuición
que todavía no es perceptible a la mayoría de las personas. Una causa siempre es importante, aunque no siempre sea grandiosa;
pretende cambiar el mundo o parte del mundo”. (2)
Partiendo de estas ideas podemos afirmar
–una vez mas- que para elaborar la visión del ajedrez escolar, tal como lo concebimos en el Comité de Ajedrez en las
Escuelas FIDE, es fundamental que podamos involucrar activamente a toda la organización ajedrecística de nuestros países con
los actores fundamentales de la escuela: desde las autoridades educativas, el supervisor, el director, los padres de familia,
los alumnos, el personal docente y administrativo. Por ello, en el proceso de creación de esta visión, es necesario que todos
participen a través de una estructura organizada mediante la cual puedan manifestar sus opiniones e intereses. Concluyendo,
para que la causa del ajedrez escolar se desarrolle, necesitamos de una nueva visión y que nuestros valores, actitudes, sentimientos
y conductas cambien.
Vale
destacar que entendemos que la causa ajedrecista y, en particular, la del ajedrez escolar es positivamente, una buena causa.
Por ello Usted –amigo lector- luego de ver las presentes líneas, seguramente estará mejor habilitado para entender y
valorar nuestra visión. Nuestra afirmación se basa en que el ajedrez en las escuelas:
1º Representa una visión; en nuestro caso, el ajedrez escolar es importante para millones de padres, docentes, dirigentes
y aficionados de todo el mundo. En esta visión, el ajedrez se convierte en un instrumento que estimula una serie de habilidades
cognitivas y emocionales. Por tanto, un recurso pedagógico útil para el desarrollo de nuestra sociedad.
2º Hace que las personas que participan en programas escolarizados de ajedrez, tengan un desempeño más
satisfactorio y un incremento en su autoestima.
3º Por su naturaleza produce importantes efectos en el entorno social
al incidir positivamente sobre niños y jóvenes.
4º Genera acciones altruistas al generar voluntariado, colaboración
desinteresada, incrementa las relaciones interpersonales porque los ideales y las acciones sociales mejoran la calidad de
vida del hombre.
5º Aglutina a la gente en el logro de objetivos comunes que mejoran el entorno social.
(1) Tomado de
¿Por qué el ajedrez en las escuelas?, (Blanco, U. 1998). 1ra Edic. Instituto Municipal de Publicaciones; Alcaldía de
Caracas – Caracas, DF
(2) Kawasaki, G. (1994). Venda su sueño. McGraw Hill. Interamericana de Mexico, Mexico.
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